SER RESPONSABLES COMIENZA EN CASA
Es poco probable que los niños pidan realizar tareas de la casa. Pero es importante para ellos que los padres les asignen responsabilidades como parte de pertenecer a la familia.
La responsabilidad e iniciativa se aprenden a través de un proceso gradual de guía y recompensa y esa parte les corresponde a los padres. La responsabilidad es un valor que debe estar presente en la vida de todo ser humano. Ser responsables, tanto al momento de cumplir nuestros deberes como de nuestras acciones, ayuda a convertirnos en seres íntegros, dignos de la confianza y el respeto de los demás.
En el caso de los niños, enseñarlos a ser responsables además de ayudarlos en sus relaciones interpersonales, fomentará en ellos su autoestima, la confianza en sí mismos y el sentido de pertenencia, por ende, serán adultos estables, seguros, felices y comprometidos con una sociedad de bien.
Ir gradualmente
A medida que los niños ingresan y avanzan en sus años escolares, van adquiriendo la habilidad para hacer sus propias cosas como labores caseras y proyectos escolares. Por esta razón, cada año se les asignan más responsabilidades en el aula y lo mismo debe ocurrir en la casa.
Durante los primeros años de la adolescencia, los jóvenes deben ayudar a limpiar su habitación, tender su cama y ayudar en la cocina o en el jardín. Algunos alimentan y cuidan las mascotas o sacan la basura. Estas responsabilidades y tareas diarias enseñan que la vida requiere trabajo, no todo es juego.
A medida que adquiera más responsabilidades, probablemente tendrá periodos en los que actúe irresponsablemente, procrastine y pierda el tiempo. No te sientas frustrado. Durante estos momentos, está tratando de imponerse; con tu apoyo y guía adecuada, encontrará la dirección apropiada.
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